El lugar está situado en la Calle Oliver, justo detrás de la Catedral de Murcia. Es el tipo sitio de tapeo, con mesas de barril y sillas altas. Además tiene mesas fuera del local, ideales para cuando no hace ese calor sofocante que poco a poco se está acercando.
Comencé con dos buenas y refrescantes cervezas y patatas con aceitunas.
Después tomamos queso de cabra con tomate confitado y tostaditas, estaba delicioso.
Por último tomamos dos variedades de tapas, un noruego de salmón y Philadelphia y ternera con foi. Eran tapas bastante generosas, hasta nos llenamos con lo que pedimos.
El servicio estuvo agradable y simpático, caracterizado porque todo el equipo eran chicas jóvenes. Es un buen lugar para tomarse una tapa buena y a buen precio. Lo recomiendo.
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